El cáncer de hígado es un cáncer que afecta las células del hígado. Puede desarrollarse cuando las células hepáticas se vuelven anormales y continúan multiplicándose y creciendo. Estas células anormales forman una masa o bulto llamado tumor.

El cáncer de hígado primario es un tumor maligno que se origina en el hígado. La mayoría de las personas con cáncer de hígado primario padecen hepatoma o cáncer hepatocelular. Este se origina en el tipo principal de célula hepática, conocido como hepatocito.
El cáncer de hígado secundario se origina en otra parte del cuerpo y se propaga al hígado. Es más común en Australia que el cáncer de hígado primario.
Existen otros tipos de cáncer de hígado menos comunes, entre ellos:
- Cáncer del conducto biliar o colangiocarcinoma
- Cáncer de hígado que comienza en las células sanguíneas, llamado angiosarcoma un tipo raro de cáncer de hígado que sólo afecta a niños pequeños, llamado hepatoblastoma.
Síntomas
Los siguientes son síntomas generalizados y no específicos del cáncer de hígado:
Si presenta alguno de estos síntomas, consulte a su médico de cabecera o especialista en salud.
El diagnóstico puede implicar varias pruebas, como análisis de sangre, estudios de imagen y biopsia.
¿Qué causa el cáncer de hígado ya cuántas personas afecta?
El cáncer de hígado puede afectar a cualquier persona.
La principal causa de cáncer de hígado es la hepatitis C, seguida del consumo de alcohol y la hepatitis B.
El cáncer de hígado relacionado con la enfermedad del hígado graso no alcohólico (MASLD) también está aumentando como causa indirecta.
Afecta tres veces más a hombres que a mujeres.
La tasa de cáncer primario de hígado casi se ha duplicado desde 2002, posiblemente debido a las infecciones por hepatitis B y C, la obesidad, la diabetes tipo 2, el consumo excesivo de alcohol y el envejecimiento de la población. Más del 70 % de los casos se presentan en personas mayores de 60 años.
Tratamiento
El tratamiento del carcinoma hepatocelular varía considerablemente según la cantidad y el tamaño de los tumores, si se ha diseminado fuera del hígado y el estado general del hígado. El tratamiento puede consistir en tratamientos curativos como cirugía y algunos procedimientos radiológicos, otros tratamientos radiológicos o quimioterapia en comprimidos. En ocasiones, las personas con enfermedad hepática pueden recibir un trasplante de hígado.
El tratamiento puede ser adaptado por un equipo de especialistas que incluye un gastroenterólogo y hepatólogos (especialistas en el hígado), cirujanos, radiólogos, oncólogos (especialistas en cáncer).